El otoño es una de las mejores épocas para que las comunidades de propietarios se preparen para enfrentar las inclemencias meteorológicas que acompañan a las estaciones que se avecinan. Es muy recomendable prevenir daños en el edificio antes de que lleguen los temporales. Desde CAFMadrid recuerdan los principales consejos para prevenir futuros problemas en las comunidades de vecinos:
LIMPIAR LAS INSTALACIONES DE RECOGIDA DE AGUA
Es necesario hacer una revisión y la limpieza pertinente de todos los desagües del edificio, además de los canalones, las bajantes, los sumideros de patios, zonas exteriores, garajes, azoteas … Cualquier conducto de la finca que evacue el agua de la lluvia deberá estar en perfecto estado para impedir atascos, inundaciones, humedades…
En las fincas que tengan garaje con sistema de bombeo para extraer el agua, hay que asegurarse de que esté en perfectas condiciones.
REVISAR EL TEJADO
Se trata de la zona que más riesgos entraña por lo que es necesario asegurarse de que todos los elementos de la cubierta estén bien asegurados no solo las tejas, cualquier elemento que esté anclado y prevenir su desprendimiento. También es imprescindible revisar el estado de los elementos y reparar o reemplazar los que tengan un deterioro que pueda provocar riesgos.
EXAMINAR LAS FACHADAS
Es importante revisar el estado de los elementos exteriores como cornisas en mal estado que puedan desprenderse con el viento o la lluvia cascotes en caso de lluvia o viento. En las fachadas que tienen carteles publicitarios es necesario revisar los anclajes y asegurarlo.
ASEGURAR BALCONES, AZOTEAS Y PATIOS
Este tipo de espacios suelen tener elementos sin fijar como macetas o mobiliario que podrían caerse o desplazarse por la lluvia o el viento y dificultar la correcta salida del agua. Es esencial que se revisen estos elementos ante cualquier aviso meteorológico que pueda implicar riesgos. En este sentido es aconsejable que se mantengan los toldos recogidos ya que a pesar de estar anclados pueden ser un riesgo ante un temporal. En las comunidades que cuenten con zonas exteriores se recomienda recoger todos los objetos móviles para evitar su deterioro.
LIMPIAR EL JARDÍN
Es crucial que las zonas ajardinadas estén correctamente preparadas para las inclemencias meteorológicas clásicas del otoño y del invierno. Lo más recomendable es que se haga una limpieza constante del área y se retiren los restos vegetales que puedan atascar los sumideros y desagües.