Invertimos la mayor parte del tiempo en el interior de los edificios. El diseño, la construcción y el mantenimiento tienen un impacto directo en la nuestra salud y el bienestar de las personas. Por ello, resulta indispensable que todos los agentes de la cadena de valor del hábitat sepan hacer edificios que velen por la salud y estén basados en las personas.
Esta es la principal razón de que el Consejo General de la Arquitectura Técnica de España, Green Building Council España y el Clúster de Hábitat Eficiente (AEICE) hayan elaborado un manual con las mejores estrategias y acciones para mejorar la salubridad de los edificios, poniendo atención especial a las viviendas.
En el documento ‘Edificios y salud’ se analiza el confort térmico y el acústico, la calidad del aire y del agua, la iluminación, los elementos constructivos y la accesibilidad, entre otros aspectos. Y para cada uno de ellos se pautan una serie de prácticas recomendadas, que afectan no solo al interior de la vivienda, sino también a su entorno.
Si “pasamos de promedio el 65 % de nuestra vida dentro de nuestras viviendas y un tercio de nuestra vida en el dormitorio”, como se indica en el estudio, estos consejos pueden ser de gran utilidad para contemplarlos a la hora de plantear una reforma de la vivienda o del edificio:
- Es recomendable ofrecer a los edificios de viviendas de una zona de transición entre el portal y el espacio público y brindarles un entorno con vegetación.
- Los edificios residenciales han de estar en áreas bien conectadas con el transporte público y a menos de 10 minutos de zonas arboladas.
- Es aconsejable que cualquier inmueble residencial ofrezca lugares de reunión para los residentes, con el fin de “fomentar la conversación y relación entre la comunidad vecinal”.
- Todas las viviendas deberían de contar con un espacio exterior abierto, es decir, una terraza o un patio, ubicado preferiblemente junto a la zona de estar para habilitar un espacio ajardinado.
- Se deben evitar los materiales que puedan contaminar el aire y optar por aquellos que contribuyan a una buena acústica para evitar la contaminación acústica.
- Se debe garantizar la accesibilidad y es recomendable contar con una zona para aparcar bicicletas.
- Los espacios de la vivienda deben ser flexibles y adaptables para que los residentes pueden usarlos eficazmente en función de sus necesidades.
- Las estancias de estar deben ubicarse en espacios con orientación sur.
- Es recomendable que todos los espacios de la vivienda tengan iluminación natural.
- Cada estancia debe contar con un termostato independiente.
- Evitar que los dormitorios colinden con los dormitorios de otras viviendas, con el ascensor o con cuartos de instalaciones.
- Los dormitorios no deben dar a calles con mucho tránsito para minimizar el impacto del ruido exterior durante las horas de sueño.