Vehículos eléctricos y puntos de recarga en los edificios

La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero sigue siendo la primera barrera en la carrera mundial para frenar el cambio climático.
Después de una recesión durante la crisis provocada por la pandemia, las ventas de coches eléctricos en el último año han ido aumentando desde marzo. No obstante, uno de los principales obstáculos que alejan a los usuarios de elegir un vehículo eléctrico es la escasa infraestructura de recarga existente. Por ello, es cada vez más frecuente recurrir a instalar su propio punto de carga.

En primer lugar, el propietario interesado debe comunicarlo formalmente por escrito a la comunidad, aunque no es necesario un acuerdo para su aprobación, sí es recomendable consensuar cómo se hará y el recorrido que realizará la instalación. En el supuesto de que se acuerde realizar una pre-instalación comunitaria en el garaje, será necesaria la aprobación en junta por mayoría simple y además, tal y como se establece la Ley de Propiedad Horizontal 19/2009, que modifica la Ley 49/1960 de 21 de julio: todos los propietarios quedan obligados a sufragar los costes de la instalación, también quienes hayan votado en contra.

En una comunidad de vecinos pueden darse básicamente dos posibilidades:

  • Propietario con una plaza de garaje pero sin vivienda en la comunidad: Tendrá que solicitar a la distribuidora correspondiente el nuevo punto de suministro además de instalar un contador en el cuarto de contadores desde el que se realizará la instalación. Con ello, el usuario tendrá una factura eléctrica específica del punto de recarga.
  • Propietario con plaza y vivienda en la comunidad: la normativa permite tender un cable desde el contador de la vivienda a la conexión del punto de recarga y se puede realizar desde el propio contador de la vivienda. Es la solución más sencilla porque permite que la factura sea compartida por la vivienda y el punto de recarga

También podría plantearse una tercera posibilidad, tomar la alimentación del punto de recarga directamente del suministro del garaje, el correspondiente a las zonas comunes, sin embargo conlleva la instalación de un contador secundario para cada punto con el objeto de que la comunidad pueda repercutir mensualmente a cada usuario el gasto eléctrico que corresponda.
El transporte es un sector primordial en todas las estrategias de des-carbonización y mejora de la sostenibilidad ambiental, tanto el usuario individual como las comunidades de propietarios pueden acogerse a diversas ayudas como el Plan MOVES. las comunidades pueden acogerse a estas subvenciones para financiar toda la instalación del punto de recarga; el proyecto, la obra civil, los costes de ingeniería y dirección de obra, el cableado o la mano de obra además de la preinstalación eléctrica y de servicio de comunicaciones para el sistema.

Con el fin de facilitar la toma de decisiones de las comunidades y el trabajo de los administradores de fincas colegiados, CAFMadrid ha elaborado una Guía básica de ayuda para la instalación de puntos de recarga y un vídeo explicativo en el que se explican las diferentes opciones de instalación, sus ventajas y desventajas.

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