Se han registrado hasta un 65% más de incidencias de impago del alquiler y morosidad en todo el país desde el inicio de la pandemia. Los propietarios han buscado diferentes opciones para protegerse ante posibles impagos y la mayoría de ellos ha necesitado contratar un seguro que les proteja frente a este tipo de situaciones por lo que la demanda de este tipo de seguros ha crecido un 30% respecto a los años anteriores a la pandemia.
¿Qué es el seguro de impago del alquiler?
Un seguro de impago de alquiler protege al arrendador ante la posible morosidad del arrendatario que no pague la cuota mensual del alquiler, la aseguradora cubrirá el pago de las rentas que se deben hasta el máximo de mensualidades acordado en la póliza de seguros.
Normalmente, los propietarios contratan este tipo de seguros con la firma del contrato. Aunque en algunos casos, es posible agregarlo en cualquier otro momento posterior. Además, algunos inquilinos lo solicitan para aportarlo como una garantía adicional de solvencia.
La mayoría de estos seguros ofrecen una cobertura del gasto de la renta en supuesto caso de incumplimiento de la obligación de pago del arrendatario, pero en ocasiones es posible que también incluyan otras coberturas como por ejemplo, asistencia legal y protección frente a posibles daños ocasionados por los inquilinos.
¿Cuándo se considera impago y no retraso?
Se considera impago cuando no se ha percibido el ingreso pasado un mes desde la fecha de pago acordada. En cuyo caso, es necesario presentar una reclamación notificando formalmente la deuda al inquilino así como también a su aseguradora. En el caso de que el impago se prorrogue más de 3 meses, es posible tramitar el proceso de desahucio
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